miércoles, 24 de marzo de 2010

Trascendencia II

Voy a decirlo de manera clara: soy ateo, le encuentro pleno sentido a las cosas en sí mismas, y sin embargo no me termina de convencer la idea de que somos simplemente materia. Tengo la impresión de que hay algo más, de que hay un montón de cosas que no entendemos y se nos escapan. Probablemente la necesidad de una idea de trascendencia (se le puede llamar Dios o como sea) tenga que ver con el miedo a la muerte. Es muy probable. A mí me gusta la trascendencia como tema filosófico, como inquietud intelectual, no como dogmatismo. Creo que es en el formato dogma en donde este tema se va a la mierda (bah, en realidad todo se va a la mierda con ese formato). Me parece que la mayoría de las religiones, casualmente, obstruyen esta discusión. Las personas se bloquean en una postura o directamente sienten asco por cualquier cosa que suene a metafísica. En ambos extremos creo que se peca de maniqueísmo.

4 comentarios:

Sk dijo...

Por algún sitio he leído u oído, que el reto de este nuevo siglo será esto que tú estás hablando. Cambiar el punto de vista para tratar temas como el de la trascendencia.

Julián dijo...

Es que me parece un tema muy importante como para clausurarlo del modo que muchos ateos suelen hacerlo.
No sé, a veces les veo un fanatismo parecido al de las religiones al afirmar que la materia es todo.
Me parece un poco triste que el tema de la trascendencia sea en general explicado vía religiones, que no son mucho más que un cúmulo de mitos que se arrastran de hace siglos, cuando ni siquiera se sabía por qué llovía o dejaba de llover.
Me parece que por rechazar eso se ha caído en un extremo demasiado gris y opaco.

Kco dijo...

como siempre que se arranca con un tema, es básico el acuerdo semántico.

para mí "trascendencia" es alguna forma de continuación de mi yo conciente. o sea, conciencia con recuerdo del pasado vivido.

si no es eso, si trasciendo y ya no recuerdo quién era y lo que viví, entonces podría llamarlo trascendencia como podría llamarlo cuchuflo. da igual. ya deja de importarme, porque lo que me parece trágico (en el sentido griego) es dejar de ser yo-joaquín-kco.

esa trascendencia, que es la única que me importa, me resulta inverosímil. no la niego. sólo me resulta inverosímil.

Julián dijo...

Sí, me refiero a la trascendencia del yo consciente.
A mí también se me hace difícil de representar, pero lo que digo es que veo tantas cosas extrañísimas en este mundo que termino por aceptar la posibilidad de que existan otros planos o niveles vibratorios más allá de este en el que estamos nosotros.
Quizás suena un poco complicado. Bueno, después de todo, yo tampoco estoy seguro de nada.