jueves, 20 de mayo de 2010

martes, 18 de mayo de 2010

jueves, 13 de mayo de 2010

El club de la milanesa

Ese es el nuevo nombre del café que solía frecuentar. En eso terminaron sus confortables instalaciones: en un vulgar expendio de minutas. Menos mal que por lo menos la ola de grasa no hizo desaparecer la puerta de estilo art nouveau. El club de la milanesa. Réquiem para una bella esquina de Buenos Aires en la que ya no queda lugar para caballeros como uno. Bah.

martes, 11 de mayo de 2010

Unos días atrás alguien que me conoce mucho me dijo que yo era un poco obse. Por supuesto que le dije que tenía razón. De hecho, ahora que lo pienso, creo que estoy en una de las fases más obse de mi vida. Nunca he estado tan enfocado en cumplir con ciertas metas esenciales. Y, para ser sincero, no solo me entusiasma el hecho de cumplirlas, sino también (y sobre todo) el proceso de transformación personal que implican.

lunes, 10 de mayo de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

Este último domingo, caminando por las plazas de Libertador (que no son otra cosa que una extensión de los bosques de Palermo) noté con cierta sorpresa el distinto impacto estacional del otoño en los árboles. Algunos ya algo pelados, con sus hojas totalmente amarillentas. Otros todavía con sus copas completas y luciendo un orgulloso verde. Y algunos pocos, créase o no, con flores. Sinceramente me pareció un regalo para la vista. Una explosión de colores dentro de un paisaje hermoso. Inmediatamente pensé que esos paseos eran obra de Thays y que eso no podía ser casualidad de ninguna manera. Qué notable. Casi cien años de muerto y sus paseos siguen siendo los más lindos de Buenos Aires. Eso es tener sentido de la posteridad.

martes, 4 de mayo de 2010

Verdad relativa

Hace tiempo que vengo escuchando hablar de “la verdad relativa de cada uno". Es un recurso que parece encantarle, sobre todo, a ignorantes y políticos autoritarios para evitar el penoso trance de tener que discutir argumentos. Uno escucha eso y lo primero que intuye es que esa gente no tiene la más mínima idea de pensamiento científico o lógica (elementos distintivos de Occidente, nada menos)
¿De qué hablan, entonces, cuando hablan de "la verdad relativa de cada uno"? Para mí no significa nada. Si a lo que se refieren es a verdades morales, me temo que la relatividad tampoco es tal. Dentro de un sistema ético determinado, hay verdades indiscutibles, en el sentido de que guardan coherencia con los principios de esa misma doctrina. Sería, entonces, verdad relativa al marco, pero verdad al fin. Por ejemplo, la doctrina católica según la cual el sexo está reservado al matrimonio y con objetivos de procreación es una verdad absoluta dentro de esa concepción moral. Ahora bien, yo como ateo puedo cuestionarla perfectamente desde el ámbito de la fisiología, la biología y la evolución. De ese cuestionamiento surgirían evidencias en uno u otro sentido, y ese resultado eventualmente determinaría cuál de las dos posiciones es válida (eficaz). Entonces, sería una verdad absoluta (relativa al catolicismo) o una falsedad insostenible (dentro de un marco de discusión general). Nunca una “verdad relativa de cada uno”. El problema es que en este ámbito, como en muchos otros, no se aceptan esta clase de cuestionamientos. Tienen ese privilegio. No tienen que sustentar con argumentos lo que dicen (claro que ellos ni siquiera hablan de “la verdad relativa de cada uno”; ellos directamente son los dueños de la verdad).
Pero bueno, el punto al que quería llegar es el siguiente: no existen “verdades relativas de cada uno”. Lo que hay, en las sociedades abiertas, es tradición científica y confrontación de argumentos. El método científico es, en realidad, lo más sano y honesto que ha generado el ser humano. Las cosas que se dicen deben ser probadas, y los argumentos, por buenos que parezcan, siempre son pasibles de ser cuestionados y revisados.
La ciencia es, por definición, abierta. Y lo es porque no busca dogmas, sino conocimiento y libertad.
Justo todo lo contrario a “la verdad relativa de cada uno”.


sábado, 1 de mayo de 2010