martes, 28 de diciembre de 2010

lunes, 27 de diciembre de 2010

Fin de año

Faltan pocos días para que termine el 2010 y me gustaría aprovechar el momento para agradecer la participación de todos ustedes en este espacio que ya va a cumplir un año. No es este un blog de posteos frecuentes. Es apenas una especie de borrador de pensamientos, un anotador en donde intento clarificar algunas de las ideas que de una u otra forma andan dando vueltas en mi cabeza. En cualquier caso, me habría gustado escribir más y espero que así sea el próximo año. Estas últimas semanas han sido difíciles por el calor y el padecimiento físico al que he estado expuesto, pero aún así (o precisamente por eso) me dispongo a vivir un gran 2011. Y contra todos los lugares comunes, no porque espere un mejor año, sino porque espero un mejor yo para el próximo año. Les deseo a todos ustedes, entonces, lo mismo que deseo para mí: que sean mejores de lo que fueron en este año que se termina. Creo que es el objetivo más noble al que puede aspirarse.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Extracto de un libro que estoy leyendo

People who like to explore and learn always make mistakes. Curious
and intelligent people inevitably make errors. Someone who never
makes a mistake is a narrow-minded individual who stays in his shell,
never does anything new and always repeats himself. Whenever I hire
people, I tell them that I expect them to make mistakes—it is a part of
their job description! I also tell them that what makes me really angry
is when people repeat mistakes.
Making mistakes is a sign of learning and exploring. Repeating mistakes
is a sign of laziness, carelessness, or some neurotic problems.
There is a nice piece of advice in an old Russian saying: “Do not step
on the same rake twice!”.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Café II

Una de las cosas que he cambiado radicalmente en mi visita a los cafés es la actitud con respecto a las propinas. Se supone que uno debe dejar el 10%. Muy bien. Eso es lo que un ciudadano bien nacido se supone que hace (salvo objeciones como una mala atención, etc., que pueden dar lugar a no dejar un centavo). Dejan el 10%, entonces, y si la cuenta queda redonda con un poco menos, dejan un poco menos. Digamos, $ 2 en lugar de $ 2,20. Lo malo de esa forma de propina es que uno le deja plata al camarero/a por obligación, y se nota, porque casi nunca excede el tácito 10%. En el mundo hay escasez, todo es escasez, y por lo tanto a la plata hay que cuidarla y cómo se te ocurre que voy a dejarle más del 10% a este tipo. Bueno, ahí es donde creo que está la trampa. En el poder del pensamiento. Ese pensamiento de escasez trae escasez. Uno es miserable, y recibe miseria. El punto entonces es que cuando me atienden bien (casi siempre) yo dejo más del 10%. Puede ser el 15, también el 20. Depende. Pero si el 10% son $ 2 siempre dejo $ 3. Es notable lo que esa mugrosa moneda adicional genera en el semblante del otro. Es como una ola de buena onda que va y viene. Y sí, yo creo profundamente en la energía. Para recibir hay que estar dispuesto a dar. Suena tonto, casi a frase hecha, pero es así.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Café

Después de algunos meses de haber sido expulsado del paraíso (creo que ya les hablé de mi viejo café y su posterior conversión en antro expendedor de minutas) me complace saber que he encontrado un nuevo y cálido rincón desde donde contemplar el mundo. No es el típico cafetín porteño con boisserie y todas esas cosas que a mi tanto suelen gustarme, sino un moderno café de frente vidriado. Dicho así suena casi a una claudicación, pero no, su encanto principal reside en la vista que tengo desde mi mesa y en esos enormes vidrios que me hacen sentir como si estuviera en la calle. Es probable también que yo no sea el mismo que frecuentaba el viejo café y que aún en el caso de una hipotética reapertura ya no volviera. Quién sabe. Tal vez los expendedores de milanesas me hayan hecho un favor. Que uno disfrute de algo, sean cosas o personas, no significa que no haya un mundo por descubrir más allá de ese algo. El solo hecho de tenerlo claro debería ayudarnos a ser menos apegados y dependientes, lo que es decir más libres.

viernes, 3 de diciembre de 2010

jueves, 2 de diciembre de 2010