miércoles, 27 de enero de 2010

Calor

Es increíble la forma en que el calor condiciona mi rendimiento, tanto físico como mental.
Lo cual provoca un hecho paradójico: en verano, que es cuando más tiempo libre tengo, caigo en la peor de las improductividades. Intento leer mucho, clarificarme, etc., pero nada. Todo va consumiéndose en el fuego casi literal de los días. No hay caso: lo mío es el invierno.

5 comentarios:

Sk dijo...

A mi me pasa igual. El calor no me estimula en absoluto. Creo que mis momentos más depres o más bipolares se gestan en verano. Por lo general el sol, verano y todo lo que tenga que ver con el calor, es algo que motiva a la gente. A mi me pasa lo contrario y siempre me he sentido como muy incomprendida por ello.

Kco dijo...

yo no tengo onda con el calor (mismas letras del nombre Carlo). en fin.

pero lo cierto es que este verano viene siendo de las épocas más productivas de mi vida

buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

quizás no tenga tanto que ver el clima sino que hace un mes que no trabajo.

Julián dijo...

Idem, Sk.
A mí me gusta el invierno, los días grises no me deprimen en absoluto y odio el calor.
A esto alguna vez lo hablé con mi padre: el sentía lo mismo.
En cualquier caso, esta zona del mundo en la que yo me he criado (Buenos Aires y alrededores) suele ofrecer inviernos de mucha luz, con lo cual ni siquiera tengo asociado el sol con el verano.
El verano es, simplemente, la época del sol agresivo.

Loon dijo...

Una día como estos, en los que la ciudad quema, lleno de amargura un taxista me dijo:
- El calor es para los ricos.

No creo que sea cierto, pero me parece que esa frase refleja la impotencia que a veces se sufre ante el calor insoportable.

Julián dijo...

Y, con plata se lo combate mejor.
Pensá por ejemplo lo que es no tener aire acondicionado acá en Buenos Aires. En estos días de 28 grados a las 12 de la noche, es puro padecer.
También tenés la opción de una casa de fin de semana, vacaciones a piacere, etc.
La falta de plata condiciona mucho.
Bienvenido, Michi!