lunes, 6 de febrero de 2012

Me pregunto si existe algún vínculo entre la percepción de una realidad trascendente y los estados alterados de conciencia.
En realidad es una pregunta que me da vueltas desde hace tiempo y que me vuelve a surgir ahora, cuando recuerdo el preciso instante en que iba a desayunar a Pasaporte durante mi última visita a Rosario.
Caminando por el bajo, cerrando por momentos los párpados para recibir la primera luz del sol de la mañana, sin dormir y con los vestigios de algo que siempre me conecta con lo mejor de mí mismo he llegado a pensar que sí, que hay un fragmento de la realidad que sólo se hace visible en esos momentos extremos en donde la visión de lo que nos rodea ya no es la misma.
El mundo no es sólo el mundo, los hombres no son sólo los hombres y las cosas no son sólo las cosas.
Uno es todo. Todo es uno. Y por un instante, acaso falso y fugaz, se experimenta el Absoluto.

4 comentarios:

Julián dijo...

¿Será eso lo que llaman empatía?

Julián dijo...

No sé cómo sonará este post que es, también, producto de un estado alterado de conciencia.
;)

Anónimo dijo...

Me identifico por completo con lo que has escrito. Yo lo llamo "lucidez" porque así me he sentido en esos momentos. Y sincronizada con todo y la vez con nada. Es una sensación muy gratificante.

Posiblemente tener la conciencia alterada ayude a alcanzar esa sincronía.

Sk

Julián dijo...

Qué bueno, Sk!
Me gusta sentirme acompañado en eso.
Y sí, es una sensación muy gratificante.
Conexión y sincronía, como bien decís.