miércoles, 17 de agosto de 2011

Letras

Ahora, mientras luchaba para completar la letra de una vieja canción de mi "etapa solista" (bueno, la letra está completa, lo que quiero en realidad es reescribir algunas líneas que no me gustan del todo) me di cuenta de hasta qué punto, en la música, me importa más el sonido de la lírica que su contenido en sí (en verdad, me interesa la lírica como una forma más de sonido, eso es lo que quiero remarcar).
En mi cabeza, primero existe una melodía con ciertas palabras dominantes que condicionan todo el resto de la escritura. Se trata, entonces, de hacer encajar esas palabras como en un rompecabezas, tratando a la vez de que tengan cierta conexión entre sí. Reconozco que una letra con vuelo suma, pero para mí cumple siempre un rol secundario. En ese sentido, se podría trazar cierto paralelo con la poesía. Claro que en la poesía la musicalidad y el contenido del texto deben estar en perfecto equilibrio, cosa que en la música, como digo, no es algo crítico.
En resumen, creo que cuando uno compone música nunca debe olvidar que es, sobre todo, un músico, no un escritor. La materia prima con la que uno trabaja, siempre, es sonido.

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