miércoles, 27 de octubre de 2010
Néstor
No deja de sorprenderme la epidemia de hipocresía e imbecilidad que es capaz de provocar la muerte. Kirchner, un farsante autoritario, mentiroso, manipulador, ladrón, violento y mediocre resulta que es ahora "un líder pasional, un hombre de convicciones profundas". Esto lo único que me demuestra es lo que siempre supe: que esta sigue siendo una sociedad absolutamente inmadura, amante de los personalismos y los liderazgos mesiánicos, de todo tipo y color. Como decía mi ex profesor García Hamilton: "las sociedades maduras no necesitan líderes fuertes, del mismo modo que las personas adultas no necesitan la guía de un padre; allí donde reinan los hombres no hay instituciones ni ley y por lo tanto tampoco libertad".
martes, 19 de octubre de 2010
Leo en los comentarios a una nota (no viene al caso el tema ni el medio que la publicó) a una mujer que dice: "el amor (romántico) es generosidad, entrega al otro". Supongo que tal vez lo dice con sinceridad. Después de todo, la mayoría de nuestras pasiones navegan en aguas muy profundas y hay una larga lista de cosas que nuestra mente consciente no registra. Pero lo que no puedo evitar es sonreírme y pensar en la candidez en que algunas personas viven. ¿Por qué no decir que el amor romántico es, en sí, la cosa más egoísta del mundo? Lo que más nos importa, siempre, es conservar esa fuente de gozo que es el otro. A ver si se entiende: el otro es importante porque nos produce placer. Nada más. ¿O acaso uno elige a la persona más noble o a la que más lo quiere? No. Elige a quien le gusta (si es que está en condiciones de elegir). A veces creo que estas ideas rebuscadas son como la religión: un pésimo tranquilizador de conciencia para quien por alguna extraña razón necesita tranquilizarla.
jueves, 14 de octubre de 2010
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